Agónico

 

Así fue mi fin de semana, Neno (mi gatito) casi no la cuenta…

Aunque se notara mejoría en su resfriado, de repente perdió las ganas de comer y se pasaba todo el día tirado, ya ni maullaba. Como es lógico lo bajé corriendo al veterinario y menos mal, ya que Neno estaba completamente deshidratado y hipotérmico.

Le inyectó dos jeringones de suero, pinchazo  “despabilamiento” y me dijo que se llegara a tardar un poco más, no habría nada que hacer. Le recetó mucho calor y me dio otros dos jeringones de suero para que el día siguiente los pusiera yo ( previa explicación de como pincharlo).

Ya en casa, lo envolví con una mantita y una botellita de agua caliente, y con una jeringa le fui dando sorbitos de agua. Por la noche tuve miedo que saliera de la manta y terminé durmiendo con él…

El domingo ya espabiló un poco, de echo hasta comió un poquito, lo pinché y seguí con la hidratación. Al final  terminé poniendo su camita en el saló y una lámpara de flexo no demasiado cerca pero que le calentara.

Hoy lunes, fue de nuevo a su “médico”, y ya tiene la temperatura normal, aunque siga un poco débil. Ahora ya come, pero se tiene que poner fuerte para poder espabilar y ponerse sus vacunas. Una semanita más de antibiótico, gotitas y “flexo” (calorcito,jeje)

Esta es su foto “contorsionista” mientras toma el “sol”:

Y aquí se le ve un poquito mejor:

  Bueno, espero que no nos de más sustos….