Ayer me tocó ir al médico de cabecera a renovar recetas, en esta situación, lo peor es haber retraso, cola interminable o aguantar el tipic@ pesado de turno que nos cuenta todaaaaaaaaaaa su vida.
Pues no, tuve suerte y solo había un abuelo delante mía, pero no uno cualquiera. Este era un abuelo “tecnológico”. Estaba sentado con su móvil / mp3 o algo parecido, escuchando música.
Hasta aquí todo bien, pero cuando le llegó su turno de entrar a consulta, se lió la marimorena…..no era capaz de desconectar el aparato. Y por más que le daba a botones (mientras desconectó los cascos y se escuchaban sevillanas a muy buen volumen,jeje), el pobre solo decía que estaba bloqueado y por más teclas que pulsara no daba apagado el aparato. En estas el médico llamándole desde la consulta y yo intentando no partirme de risa.
Por fin desistió de apagarlo y sin otra alternativa, entró a consulta al sonido de sevillanas,jejejeje
Cuando salió ya no sonaba nada, de las dos una, o le quitó la batería para apagarlo o el medico no le gustaba la música y se lo tiró por la ventana …